Así es, llegan los dias de sol en Bariloche, y las prioridades van cambiando.
Me despierto a la mañana y veo que está radiante, una brisa de 5 km/h y sol. Miro el taller, miro a la ampolla, lista para salir.
No lo pienso mucho, agarro lo necesario, caña de pesca, algunos señuelos, puchos, un tupper. Me voy a navegar al nahuel.
Ya habrá tiempo para seguir lijando, enfibrando, colocando resina. Sé que el BitPeregrine estará esperando.
Bien Juan, esa es la filosofia!
Abrazo.
Allí esta al asecho … jaja digo el Peregrine 🙂